martes, 27 de mayo de 2008

Elena Poniatowska y la cátedra Amado Nervo.


René Morimoto / el Sol de Nayarit.

La mujer escritora latinoamericana es una leona, como las del zoológico, opaca, empolvada, siempre en segundo plano, que escondida se lame en la pata una invisible espina. Mientras que el león pegado siempre a los barrotes, haga lo que haga con su esplendida cabellera del rey de la selva, es el que ruge, se impone y de un solo bocado se traga al mundo.
Con esta metáfora, Elena Poniatowska escritora y periodista, comenzó con la cátedra Amado Nervo que impartió magistralmente en el Auditorio de la Biblioteca Magna de la Universidad Autónoma de Nayarit. Ante un auditorio lleno a reventar, la escritora del tristemente celebre libro “La noche de Tlaltelolco”, compartió un emotivo viaje que abarco las letras de las escritoras latino Americanas. Sor Juana Inés de La Cruz, Rosario Castellanos, Guadalupe” Pita Amor” fueron las mas insignes, pues la periodista abundo mas en su obra, incluso en sus vidas; sin embargo supo incluir vivencias, poemas y recuerdos de muchas otras escritoras, logrando entretejer una tela inolvidable que queda como fiel testimonio del poderoso legado cultural de la mujer a la literatura.

“Rosario Castellanos tuvo que enfrentarse en su tiempo a una realidad aterradora. La mujer no es igual al Hombre, y por lo tanto no tiene la misma capacidad para pensar, mucho menos para crear, 300 años antes Sor Juana Inés de la Cruz, tubo que enfrentar esa misma realidad”. Con argumentos tales contenidos en una prosa poética que avanzaba incansable, Elena exhorto, animo y sacudió el auditorio de la biblioteca magna. “La realidad qué describen muchas escritoras, es la de los oprimidos, aquellos contra quienes se ejerce la violencia, ya sea política, ya sea la del hambre en la que viven las grandes mayorías de nuestro pueblo, por que el nuestro es el continente del hambre”.
La profunda conciencia social que caracteriza a Elena Poniatowska estuvo presente en todo momento de la cátedra, la mujer como ser oprimido por excelencia, el desamor, la falta de reconocimiento, la artista incomprendida, Todas esas situaciones que las escritoras latinoamericanas han descrito y vivido, pero que además han sabido trascender. “Me gustaría ser hombre pero negro y pobre además; eso equivaldría a ser mujer” parafraseo la periodista entre risas y aplausos que escondieron la verdad de estas palabras.
Citando a Rosario Castellanos, leyó casi para concluir, “Aquí tienes mi mano, la que se levantó de la tierra, colmada como espiga en agosto. Aquí están mis sentidos de red afortunada, mi corazón, lugar de las hogueras, y mi cuerpo que siempre me acompaña. He venido, feliz como los ríos, cantando bajo un cielo de sauces y de álamos. Hasta este mar de amor hermoso y grande. Yo ya no espero, vivo”.
Al finalizar la Escritora y periodista recibió de manos del rector de la UAN Omar Wicab y de la Directora del CECAN Alma Corina Ramírez, un reconocimiento por su valiosa participación en esta cátedra, que fue un ejercicio de enriquecimiento invaluable para todos aquellos que tuvimos la fortuna de estar presentes.

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Festival Internacional Amado Nervo

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