Una lágrima llueve en mi oído,
un mar, una canción de piedra.
Una mirada al reflejo del espejoun silencio de quimeras
un viento de palabras o aleluyas.
Un poema, o casi poema
A la materia y antimateria.
a la risa de Dios
A la holgura de una tecla de piano y su bemol,
Sin más allá, ni luz de lámpara en la sala,
sin sobresaltos,
Sin influenza a media luz
Sin balazos, ni amantes que me esperen
Con un océano entre las piernas.
sin un amigo intencional que solo busca bien lo suyo,
Sin un perro
Sin tabaco en el cigarro,
ni humo en la azotea.
Sin leyendas ni tonatzin
Sin copal que se derrame en la pantalla de la lap-top
Sin un bosque
Si tus ojos en la web –cam que se masturba
Sin sandalias en las brazas
Sin paraguas.
Una lágrima y un mar llueven adentro,
Muy adentro de mi nada.
Con el pene entre sus manos apabullado de tormentas
Y epidemias de clichés,
Y orgías de bala en franca chela
Al ka-seltzer de peyote, Sexo de agua o de obsidiana,
Cenizas de estridencia.
Tatuaje de niñez hecho con caída en bicicleta.
Lágrima de vidrio Imperfecta
Imperfectas.
Beso de barro extraviado en maraña de recuerdos
Existencia sin latido, Bocanada de impacienciaInternet
Antiácidos,
calmantes
café y mas galletas.
Un mar me lagrimea llorando adentro
Afuera no estas muero sangrando,
Vivo muriendo en un instante de equinoccio afortunado
Y de eclipse somnoliento que me acaba mal pariendo
del deseo de tus labios,
Hasta romperme en mil espermas en tu cuerpo
Lleno de alma Y de venados.
Espalda sobre piedra y un mar de estrellas se derrama
Eternidades y universo.
Adentro un mar de lágrimas sin paz…
Y yo lloviendo